La moda de los bares para escuchar música surgió en Japón en los años 50, justo después del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando la población japonesa no tenía muchas opciones para entretenerse. Así que los japoneses pasaban el tiempo en cafés, con amigos, escuchando música.
Al principio, las sesiones de escucha eran casi religiosas para los melómanos, que tenían prohibido hablar, pero a medida que la música se exportaba al extranjero, el ambiente se fue relajando y las sesiones se fueron acompañando de buena comida y bebida.
Después de Inglaterra y Estados Unidos, los bares de escucha llegaron a París un poco tarde, en 2018, para deleite de los melómanos. Y aunque no faltan las buenas bebidas y la buena comida, estas direcciones también presumen de un sistema de sonido de primera calidad, con equipos de alta fidelidad de alta gama y discos de vinilo (¡únicamente!).
Para disfrutar del mejor descanso, combinando buena música, buena comida y buen vino, aquí tiene las mejores direcciones de restaurantes audiófilos y bares de escucha de París.
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