Ya sea para un fin de semana en Londres en Eurostar, un viaje expreso a Marsella en TGV o una excursión barata en Ouigo, nadie está a salvo de un fallo en los raíles. Pero si su viaje se sale de lo normal, la buena noticia es que sus problemas pueden convertirse en euros (o casi), siempre que conozca sus derechos.