¿No sentiste que la Tierra se movía y cambiaba de dirección? Pues es normal, porque aunque la rotación del núcleo de la Tierra ha modificado su trayectoria, es totalmente imperceptible para nosotros, los seres vivos. Un estudio muy serio publicado en la revista Nature Geoscience sugiere que el núcleo interno de nuestro planeta está cambiando actualmente su sentido de rotación. Para simplificar el fenómeno, según Yi Yang y Xiaodong Song, la "semilla" de la Tierra experimenta un ciclo de 70 años y cambia su sentido de rotación cada 35 años.
Pero lo cierto es que aún no conocemos todos los secretos de nuestro núcleo. Los científicos intentan desentrañar sus misterios, mientras sigue siendo inaccesible para los humanos. Para ponerlo en perspectiva, esta enorme bola de 2.446 km de diámetro gira a unos 5.000 km por debajo del suelo que pisamos. Este núcleo interno, descubierto en 1936, está formado por una aleación de hierro y níquel, cuya temperatura ronda los 5500 grados. Por lo tanto, es inaccesible.
Este núcleo metálico está sometido constantemente a la presión del campo magnético de la Tierra y de su manto, que forman un pulso excepcional. Según los científicos, no sigue la dirección de la rotación de la Tierra y no tiene la misma velocidad, porque las ondas sísmicas cambian de dirección con el tiempo. Llevan estudiando estas ondas desde la década de 1960, la única forma de acceder al núcleo en la actualidad. Según ellos, la "semilla" estaba estacionaria en 1970, antes de empezar a girar hacia el este, para luego ralentizarse y detenerse entre 2009 y 2011. Desde entonces, ha vuelto a desplazarse hacia el oeste y se espera que se detenga de nuevo en 2040, antes de avanzar en la otra dirección.
Por el momento, los científicos carecen de datos, por lo que tendremos que esperar unos 50 años para comprobar si esta teoría es correcta. Mientras tanto, ¡aún quedan muchos misterios por resolver!
