Sustituya la mariposa de la teoría del caos por una paloma, prolongue el Día de la Marmota seis interminables días más y obtendrá Comme un Lundi, el primer largometraje de ficción del joven director japonés Ryo Takebayashi, en cines el 8 de mayo de 2024.
¿Qué harías si una de las semanas más agotadoras de tu vida se repitiera una y otra vez? Tal es el planteamiento de esta alocada película japonesa que sigue el calvario de Yoshikawa y sus compañeros de una agencia de publicidad de tamaño humano, atrapados en un bucle temporal que se repite cada lunes 25 de octubre por la mañana.
Es una crítica apenas disimulada a laalienación de los japoneses por su trabajo, con sus largas jornadas y su jefe todopoderoso, en la cúspide de una pirámide jerárquica cuyos escalones sólo se pueden subir a fuerza de trabajo duro y antigüedad. Dedicación, eficacia, sacrificio y lealtad sin límites frente a tareas repetitivas, agotadoras y plazos insostenibles son el telón de fondo de esta estimulante comedia de oficina, que hace las veces de espectáculo a puerta cerrada que induce a la ansiedad.
Comme un Lundi nos atrapa detrás de un escritorio, en el mismo lugar que los demás empleados, pero también al mismo nivel de incomprensión que ellos -después descubrimos que hemos aterrizado en una historia que se ha reiniciado casi... ¡70 veces! Estamos al borde del agotamiento ante esta situación, y no es el montaje ultracortado (ya desde los créditos en bucle) lo que va a calmar nuestros nervios.
Pero al final Ryo Takebayashi ofrece una película agridulce, señal de un cierto -aunque lento- cambio de mentalidad entre los japoneses más jóvenes, que han comprendido que el trabajo no es la vida y que lo mejor es enemigo de lo bueno. El director aborda la cuestión de larealización personal de forma conmovedora, y el motivo repetitivo se convierte en un pretexto para redescubrir la importancia de las relaciones humanas y de la realización personal.
