Se ha ido un rostro de culto de los años 2000... El actor australiano Julian McMahon falleció de cáncer el miércoles 2 de julio de 2025 en Clearwater, Florida, a la edad de 56 años. Primero saltó a la fama por su interpretación del demonio Cole Turner en la serie Embrujadas y después por su papel de cirujano plástico en Nip/Tuck, Julian McMahon deja atrás una carrera marcada por papeles ambiguos e icónicos en la pequeña pantalla. Su esposa, Kelly McMahon, elogió en un comunicadoa "un hombre que amaba la vida, su familia, sus amigos, su profesión y sus fans".
Hijo del ex Primer Ministro australiano William McMahon, Julian McMahon nació el 27 de julio de 1968 en Sydney. Comenzó su carrera como modelo antes de dedicarse a la televisión en Australia, sobre todo en las series The Power, the Passion y Home and Away. Fue en Hollywood donde su carrera dio un giro decisivo con Profiler, en la que interpretaba al detective John Grant. A continuación alcanzó fama mundial con Embrujadas, donde actuó junto a Shannen Doherty, entre otras, y sobre todo Nip/Tuck, serie en la que interpretó a Christian Troy, un seductor y cínico cirujano, papel que le valió una nominación a los Globos de Oro.
Julian McMahon también ha hecho sus pinitos en el cine, con papeles en Cuatro Fantásticos (2005 y 2007), Premoniciones, Red y Paranoia. Después regresó a las series, uniéndose al reparto de FBI: Los más buscados entre 2020 y 2022. En 2024 volvió a pisar las gradas del Festival de Cannes para presentar The Surfer, película que coprotagonizó junto a Nicolas Cage. Su última aparición en pantalla fue en The Residence, serie recientemente cancelada por Netflix, en la que interpretaba a un primer ministro australiano, un discreto eco de sus orígenes familiares.
Julian McMahon estuvo casado anteriormente con la cantante Dannii Minogue y después con la actriz Brooke Burns, con la que tuvo una hija, Madison Elizabeth, que ahora tiene 25 años. Con su actual esposa, Kelly, formó una pareja discreta y muy unida. Rostro familiar en las pantallas de los años 2000, Julian McMahon siempre será recordado como uno de esos rostros elegantes y enigmáticos que dejaron huella en su época sin buscar nunca el protagonismo.
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