El domingo 9 de junio de 2024 es el día en que los electores están invitados a ir a votar a sus representantes en el Parlamento Europeo. Muchos franceses estarán en casa con sus familias, pero no es el caso de todos. Muchas personas trabajan los domingos y no tienen necesariamente un poder que les permita votar en su lugar. No hay nada que les impida ejercer sus derechos cívicos: tienen perfecto derecho a ausentarse una hora del trabajo para votar, y su empleador no puede oponerse.
Puede ser difícil ir a votar si se trabaja un domingo, porque los colegios electorales abren a las 8 de la mañana y cierran a las 7 de la tarde en la mayoría de las ciudades, es decir, en horario de oficina. Pero, desde hace algunos años, una ley permite ir a votar aunque el colegio electoral esté lejos del trabajo.
Esta ley, nº 2015-990 de 6 de agosto de 2015, conocida como Ley Macron, se aprobó cuando François Hollande aún era ministro de Economía. En ella se establece que los empresarios deben permitir a sus empleados que trabajen los fines de semana votar en"las elecciones nacionales y locales cuando estas se celebren en domingo" e incluso deben"tomar todas las medidas necesarias" para ello.
Estas medidas pueden incluir la reorganización del horario de trabajo, el adelanto o la reducción de la jornada laboral, una pausa dedicada a la votación durante el día, un turno, etc. Sin embargo, la ausencia de un empleado significa que no se le pagará la hora durante la cual esté fuera votando, ya que no es tiempo de trabajo real.
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