Si es usted usuario habitual de " Velib", el servicio de alquiler de bicicletas en autoservicio disponible en la capital, sin duda habrá notado que en las últimas semanas han desaparecido varias de las estaciones, vacías en pleno día o defectuosas. Muy popular entre los parisinos, que a menudo utilizan sus bicicletas para evitar los transportes públicos abarrotados, este servicio es víctima de su propio éxito desde principios de septiembre, ¡lo que parece coincidir con la desaparición de los patinetes en París a finales de agosto!
Sylvain Raifaud, Presidente del Syndicat Autolib' et Vélib' Métropole, también declaró a BFM París que hay"una gran afluencia de compras y las bicicletas se resienten por ello". Según Smovengo, el operador de bicicletas, el mes pasado se utilizaron un 12% más que el año anterior, pero el mantenimiento no está a la altura y los vehículos se reparan con más regularidad. De las 18.000 bicicletas que hay en la capital, faltan actualmente 2.000, lo que marca rápidamente la diferencia en el día a día de ciertos barrios muy populares, en particular Concorde, con la villa del rugby en marcha.
Nathanaël, usuario habitual desde hace 2 años, lamenta tener que coger el metro"dos de cada tres días, cuando me aboné a Vélib' para evitarlo". En las estaciones cercanas a su domicilio, en el sur de París,"o no hay bicicletas, o se han quedado sin batería, o las ruedas están pinchadas", mientras que en las zonas turísticas,"no hay sitio para aparcar". Es una situación que se ha convertido en cotidiana, a menos de un año de los Juegos Olímpicos de París 2024, que recibirán a millones de turistas. De aquí a entonces se introducirán 3.000 nuevas bicicletas, con estaciones provisionales en las sedes olímpicas para garantizar una circulación más fluida.
