La Biblioteca Mazarina, en el distrito 6 de París, es la biblioteca pública más antigua de Francia y merece una visita.
Fue construida por el cardenal Mazarino, quien pidió al bibliotecario y hombre de letras Gabriel Naudé que construyera una biblioteca al menos tan extensa como la que ya tenía en Roma. Naudé viajó por toda Europa para añadir nuevas obras a la biblioteca, que alcanzó los 40.000 ejemplares en 1648. En aquella época, la biblioteca era la mayor de Europa.
Durante la Fronda, en 1652, las obras que albergaba la biblioteca fueron dispersadas y vendidas. Afortunadamente, Gabriel Naudé consiguió salvar parte de las colecciones. En 1653, Naudé murió y Mazarino pidió a su antiguo colaborador, François de la Poterie, que reconstituyera la biblioteca. Esto lo hizo con facilidad, permitiendo que la nueva biblioteca recuperara el esplendor y el contenido de la primera en 1661.
Esta vez, para evitar que la nueva biblioteca se dispersara, Mazarino la trasladó y la legó al Collège des Quatre-Nations. A finales del siglo XVIII, contaba con 60.000 libros. Durante la Revolución Francesa, el Collège fue suprimido, pero la Bibliothèque Mazarine permaneció abierta al público, como lo había estado desde 1643.
Hoy, 600.000 obras están a disposición de estudiantes e investigadores. Los curiosos pueden incluso participar en visitas guiadas gratuitas dirigidas por uno de los conservadores de la biblioteca. Es una buena manera de descubrir la riqueza arquitectónica y decorativa de esta majestuosa biblioteca: galerías decoradas con paneles de madera del siglo XVII, libros hasta el techo, estatuas, grandes mesas, lámparas verdes.... ¡Qué ambiente!
