El gran Frédéric Chopin, compositor virtuoso del siglo XIX, famoso por sus Nocturnos, Preludios, Baladas, Polonesas y Mazurcas, está enterrado en París, en el famoso cementerio de Père-Lachaise. Pero lo que es menos conocido es que su corazón no yace en París, sino en Polonia. Le contamos esta anécdota insólita, mezcla de realidad y leyenda.
Un último deseo: ¿patriotismo o miedo a ser enterrado vivo?
Nacido en Żelazowa Wola, cerca de Varsovia, Chopinnunca olvidó su Polonia natal. Exiliado en París, donde encontró la fama y el amor, expresó en sus obras, sobre todo en sus mazurcas y polonesas, una profunda nostalgia por su tierra natal. Sin embargo, no existen documentos autentificados que confirmen que pidiera explícitamente, en vida, que su corazón fuera repatriado a Polonia por puro patriotismo.
Según una leyenda surgida décadas después de su muerte, suplicó a su hermana Ludwika que trajera su corazón a Polonia, para que no descansara "bajo suelo enemigo". Esta versión sigue siendo inverificable, pero ha pasado a formar parte de la memoria colectiva de Polonia.
Por otra parte, se sabe que Chopin tenía un miedo enfermizo a ser enterrado vivo, una angustia muy extendida en el siglo XIX. Por ello, habría pedido una autopsia para confirmar su muerte, lo que habría facilitado la extracción de su corazón. Así pues, este gesto se explica tanto por esta angustia como por un simbolismo emocional - que, tras su muerte, fue elevado al rango de gesto patriótico.
El 17 de octubre de 1849, Chopin muere en París a la edad de 39 años. Antes de morir, convencido de que padecía tuberculosis, pidió expresamente a su médico, el profesor Jean Cruveilhier, que le practicara una autopsia para asegurarse de que estaba realmente muerto, fruto de su miedo a ser enterrado vivo (tapofobia). Fue durante esta autopsia cuando el Dr. Jean Cruveilhier extrajo su corazón y lo sumergió en una solución alcohólica para conservarlo.
Entonces su hermana Ludwika Jędrzejewicz tomó el relevo: a principios de 1850 introdujo el corazón de contrabando en Polonia, oculto en un frasco, sorteando las aduanas austriacas y rusas para depositarlo primero en la casa familiar y luego trasladarlo a la iglesia de la Santa Cruz de Varsovia, donde ahora descansa en un pilar sellado.
Hoy, el corazón de Chopin descansa en un pilar de la Iglesia de la Santa Cruz de Varsovia. Este vestigio simbólico se mantuvo en secreto durante mucho tiempo, especialmente durante las ocupaciones y la Segunda Guerra Mundial, cuando los patriotas polacos hicieron todo lo posible por protegerlo. Con el tiempo, este corazón se ha convertido en una verdadera reliquia nacional, un símbolo de la identidad y la resistencia polacas.
Aunque los hechos son en general ciertos, algunos detalles se basan en la tradición oral. De hecho, el corazón fue analizado en 2014 por científicos polacos, confirmando un deterioro compatible con la tuberculosis. Incluso sin su corazón, Chopin sigue haciendo latir los corazones de los amantes de la música en París y Varsovia.
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