Les Fabricants: el restaurante de los platos reconfortantes, generosos y asequibles

¿Quién dijo que había que gastarse mucho dinero para tener un buen restaurante en París? Hoy le presentamos una buena dirección que demuestra lo contrario. Diríjase al distrito 11 de la capital, en el número 61 de la rue Jean-Pierre Timbaud, para descubrir Les Fabricants, una dirección informal que se ha convertido en toda una institución en el barrio.

El ambiente es el típico de un bistró parisino: largos bancos, mesas de madera, un gran mostrador y pizarras en la pared. El ambiente es agradable y relajado. Esta dirección, tan conocida por los parisinos como por los extranjeros, nos reúne en el amor por las especialidades del Suroeste. El equipo, evidentemente animado por la pasión por la restauración, ofrece una cálida acogida con mucho humor y este buen humor es contagioso.

El menú ofrece precios asequibles y platos reconfortantes. Para los que tienen un presupuesto ajustado, las patatas que se ofrecen entre 5 y 11 euros son una verdadera ganga para un plato generoso a bajo precio y sin juzgar. Nos prometen comida casera con posibilidad de adaptarse a diferentes dietas: veganos, alérgicos, sin gluten etc., aquí todo el mundo es bienvenido para disfrutar de un buen rato. El restaurante no acepta tarjetas de crédito, ¡pero se puede pagar en efectivo, con cheques restaurante o con cheques!

Dada la generosidad de los platos, el equipo no duda en avisarle si su pedido es demasiado grande para su estómago, un enfoque responsable tanto con el cliente como con el desperdicio de comida. Además , la bolsa para perros es, por supuesto, una opción. En cuanto a las bebidas, la carta de vinos ofrece precios muy asequibles, que no superan los veinte euros por botella, y le decimos sin rodeos, pero no sin sentido del humor, que "para los vinos con más clase, está en la pizarra".

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Una de las estrellas de la carta es elescalope de ternera Montagnarde, un plato en salsa compuesto de varias capas: primero una cama de patatas finas, sobre la que descansa la pieza de carne, acompañada de una buena dosis de cantal sobre una capa de jamón del país, todo ello cubierto de una salsa de setas. Un must monstruosamente goloso, ¡sobre todo para esos días de frío!

Y como aquí estamos en el Suroeste, ¡los amantes del pato pueden estar seguros de que encontrarán algo a su gusto! Ya sea en canal, en molleja, en magret o confitado, usted elige cómo prefiere disfrutar de esta ave de corral francesa tan sabrosa. Para nosotros, será una pierna confitada de carne fundente, acompañada de ceps, una ensalada y las patatas emblemáticas de la dirección.

A la hora del postre, nos mantenemos en la zona de confort con una propuesta golosa y regresiva a la vez: isla flotante, mousse de chocolate, pastel vasco o crema de caramelo se disputan el protagonismo. El clafoutis del día, en este caso con mango y frambuesas, es una opción tentadora, ¡y no escatimamos en la cantidad de fruta! Con su textura suave, fundente y al mismo tiempo suficientemente firme, demuestra un nivel de dominio de la receta que podría hacer sombra a la cocina de nuestros abuelos.