Celebrado cada año entre el 13 y el 14 de enero, el Año Nuevo Ortodoxo es una fiesta tradicional que marca el comienzo de un nuevo año en los países ortodoxos. Aunque Rusia, junto con Ucrania, Georgia, Serbia y Montenegro, adoptó oficialmente el calendario gregoriano en 1918, laIglesia Ortodoxa Rusa sigue rigiéndose por el calendario juliano .
En familia, los rusos celebran el Año Nuevo ortodoxo con un sinfín de platos tradicionales que tardan días en prepararse y que pueden parecer sorprendentes a los no iniciados. He aquí un rápido repaso de las especialidades culinarias rus as para abrir el apetito ante el Año Nuevo Ortodoxo 2024, el 14 de enero.
Para empezar, las familias se reúnen para el aperitivo en torno a un generoso bufé de zakouski, entremeses típicos tan variados como variopintos. Entre ellos, verduras y setas fermentadas al natural; salmón y trucha ahumados sobre rebanadas de pan blanco o negro untadas con mantequilla; y espadines, pequeños peces parecidos a los arenques, ahumados en aceite, una especialidad que existe desde los tiempos de la URSS. Al mismo tiempo, comemos grandes pepinillos agridulces, llamados ogourtsi, preparados al estilo de Malossol, con muchas hierbas.
Por supuesto, no se puede empezar una cena de Nochevieja digna de tal nombre sin unos granos de caviar de esturión negro o de beluga gris sobre hielo picado, una de las especialidades del país, o caviar rojo, es decir, huevas de salmón; un plato sabroso, relativamente caro y codiciado.
En la mesa de Nochevieja también encontrará una gran variedad de ensaladas; los rusos son especialistas en ellas y forman parte esencial de cualquier comida. Una de las más conocidas es la ensalada Olivier. Parecida a un macédoine de verduras, esta ensalada fue inventada por Lucien Olivier, cocinero de origen franco-belga en un restaurante moscovita, en el siglo XIX. Consiste en huevos y verduras -col, remolacha, judías blancas, pepino- cocidos, cortados en pequeños dados y aliñados con una generosa cantidad de salsa mayonesa.
Otro gran clásico de la familia de las ensaladas, inventado por las mujeres soviéticas en los años 70, es la seledka pod chuboy, también conocida como "arenque con piel". No se equivoque, ¡el arenque en cuestión no está cubierto de pelo! Aquí, el pescado salado se corta en dados y se sirve bajo una "capa" formada por varias capas claramente visibles: verduras ralladas (patatas, remolacha, zanahorias), huevos duros, cebollas, finas rodajas de manzana verde fresca y una buena dosis, una vez más, de mayonesa. Otras ensaladas tradicionales son la "vinagreta", una ensalada de remolacha con vinagre, filetes de arenque salados y especias; o la ensalada mimosa, una ensalada con espadines ahumados, patatas, zanahorias, claras y yemas de huevo ralladas, dispuestas en capas que recuerdan a una flor de mimosa.
Antes de pasar a los platos calientes, los rusos aún se toman su tiempo para saborear otras especialidades como los pirojki. Es posible que conozca estos populares pastelitos rellenos de carne picada, queso y verduras, o los tres rellenos a la vez. Los kholodets, que podrían compararse con nuestros áspics o quesos de cabeza franceses, también son una delicia. Estos aperitivos consisten en trozos de carne, normalmente orejas y patas de cerdo o rabo de buey, cubiertos de una gelatina de caldo de carne.
Si pensaba que los rusos no hacían mucho más que esto... piénselo otra vez; ¡el comienzo del nuevo año es un momento para darse un festín sin límites! Así que es hora de ponerse manos a la obra. Mientras que algunas familias optan por un cochinillo entero relleno de trigo sarraceno, asado al horno y servido con rábano picante y un vaso de vodka, otras eligen el infaltable Stroganov de ternera para que ocupe un lugar destacado en el centro de su mesa festiva. Esta receta es probablemente una de las más conocidas de la gastronomía rusa. Inventado en el siglo XVII por el cocinero francés del conde Pavel Stroganoff, este plato en salsa se elabora con finas tiras de ternera, nata, pimentón, champiñones y cebolla. Si no lo ha probado nunca, ¡no se lo pierda!
Un buen borscht, esa sopa de remolacha con carne y verduras tan reconfortante, también hará las delicias, así como un sinfín de tartas de todo tipo, con pollo, pescado o carne, con recetas que a menudo se mantienen en secreto y se transmiten de generación en generación.
Y ahora, ¡los postres! Uno de los postres favoritos de los rusos para terminar la cena de Nochevieja por todo lo alto no es otro que... ¡la mandarina! El consumo de este cítrico durante las fiestas se remonta a laépoca soviética. Para los rusos es imposible imaginar la Nochevieja sin esta pequeña fruta, cuya fragancia perfuma toda la habitación. Pero también hay otros postres en la mesa.
Uno de los más clásicos y apreciados es la vatruchka, una tarta de brioche elaborada con tvorog, un sorprendente cruce entre queso fresco y queso fermentado. Parecida a una tarta de queso, la vatruchka suele aromatizarse con limón, miel y mermelada. El smetannik, una tarta blanda con nata agria y mermelada, canela o almendras, y los syrnikis, pequeñas tortitas a medio camino entre las crepes y los donuts, son también postres especialmente populares entre los niños, ¡pero no sólo!
Para terminar con broche de oro, una buena rebanada de prianik, el tradicional pan de jengibre relleno de nueces, mermelada, leche condensada o pasas sultanas, es el acompañamiento perfecto para una taza de té ruso servido en un samovar, o tchak-tchak, pequeños palitos de masa fritos en aceite y dispuestos en una cúpula, cubiertos de miel incandescente, permiten a los rusos esperar pacientemente las 12 campanadas de la medianoche y la llegada del Año Nuevo, ¡con un vaso de sbitene -hidromiel caliente - en la mano!
