A juzgar por las colas que se forman a la hora de comer delante del mostrador tras el que trabaja el equipo, la llegada de Lazy Suzy al distrito 5 de París parecía ser esperada como el Mesías por los trabajadores locales en su pausa para comer y los estudiantes en busca de una buena opción de comida callejera para devorar entre dos clases en la Universidad de Jussieu, a tiro de piedra.
Bingo para Lazy Suzy, que ha llegado a la capital apenas dos años después de abrir su primera dirección en Lille, gracias al impulso de una banda de gourmets formada por un chef, un panadero, dos carniceros y dos entusiastas de la comida callejera. En definitiva, la ecuación perfecta para sacar adelante este proyecto 100% street food, con una sola idea en mente: revisitar los grandes clásicos de la comida callejera americana, las hamburguesas y los sándwiches, a través de la tradición de la barbacoa al estilo tejano.
Las barbacoas son sinónimo de ahumadores de leña natural. Es una herramienta esencial para ahumar estas finas carnes durante horas y horas, después de marinarlas y masajearlas con una mezcla de especias mantenida en secreto por el fino equipo. En Lazy Suzy, chi va piano, va sano, con la técnica low&slow, un método de cocción muy lento y suave que permite que las carnes revelen todos sus aromas sin precipitarse, aportando a la carne un delicado sabor ahumado.
Las recetas de la carta incluyen la hamburguesa de buey (12,50 €), conpulled beef, salsa tártara, cebolla frita y pepinillos; la hamburguesa verde de pulled pork (12,50 €), con cerdo ahumado y marinado, salsa agridulce, sucrina, guacamole y pepinillos de cebolla roja; o la smoky veggy (12,50 €), dirigida a vegetarianos pero que podría ser la envidia de muchos otros, con su scamorza ahumada, crema de aceitunas, berenjenas a la parrilla y tomates secos, deslizada entre dos rebanadas de pan de granja.
Por nuestra parte, nos encantó la pulled pork burger (10 €), una hamburguesa ya clásica de La Maison, con cerdo ahumado desmenuzado a la perfección, salsa barbacoa, ensalada de col y pepinillos de pepino, además de una buena dosis de queso raclette como extra opcional, disponible con todas las hamburguesas. Y como el diablo está en los detalles, la Maison se esmera en elaborar todas sus salsas en casa, así como todos los encurtidos que condimentan las hamburguesas.
Para acompañar estas generosas hamburguesas, nada mejor que unas patatas fritas al más puro estilo de Lille. Es muy sencillo: para mantener el mismo nivel de calidad en su dirección parisina, Lazy Suzy hace traer cada mañana patatas de Hauts-de-France. A continuación, se sumergen en dos baños sucesivos de aceite para que estén lo más crujientes posible. Una vez más, son los detalles los que nos han conquistado: la mayonesa casera y las hierbas provenzales generosamente esparcidas sobre las patatas fritas.
Y si se siente travieso, puede incluso optar por las patatas fritas con carne de cerdo desmenuzada (12 €), cubiertas con carne de cerdo desmenuzada, ensalada de col y pepinillos. ¡Tú eliges!
Sitio web oficial
lazysuzy.fr



























