A dos pasos de laÓpera Garnier, la brasserie Chimère nos sumerge en un ambiente chic y silencioso que recuerda a los más bellos decorados de Mad Men de los años 70, sin las volutas de humo de los cigarrillos. Desde el primer momento, esta neobrasserie, que acaba de abrir sus puertas en este elegante barrio de la capital, fascina por su belleza.
Bancos de terciopelo color ladrillo, una imponente barra central con curvas plateadas, sillas altas con motivos de Savannah, varios espejos que agrandan la sala al tiempo que reflejan la luz del día, moqueta de lana y objetos vintage colocados despreocupadamente sobre consolas lacadas: la meticulosa decoración monocroma es obra de Necchi Architecture, que se inspiró en todo, desde François Catroux hasta la película American Gigolo.
Detrás de esta brasserie más íntima se encuentra el equipo del Comptoir des Petits Champs, un bistró francés y bodega enclavado, como su nombre indica, en la rue des Petits Champs. Detrás de los fogones, Cédric Saint-Marc ha decidido hacer realidad sus fantasiosos planes y sucumbir a los cantos de sirena, dejando su trabajo de abogado por el negocio de la restauración. Y parece claro que este notario, convertido en chef autodidacta, ha tomado la decisión correcta.
En la cocina, cocina al estilo bistró, reinventando los códigos, utilizando productos de temporada cuidadosamente obtenidos directamente de los productores. No es de extrañar, por tanto, que algunos de los quesos y embutidos (8-14 €) puedan degustarse en su forma más sencilla, como preámbulo, para animar el comienzo de una comida.
Junto a ellos, sesos de Canut y orejas a la plancha, Camembert frito (13 €) en forma de croquetas para comer con los dedos y puerros a la vinagreta (9 €) cubiertos de almendras, pistachos tostados y una porción de nata cruda. A los platos pequeños se suman los grandes, como el parmentier de cordero -el especial del día- o la carrillera de ternera con chirivía y parmesano (25 €), que se deshace en la boca.
La originalidad de Chimère reside también en la elección del método de cocción: el perfumado y envolvente método del "estofado", que da el mismo tratamiento a las verduras (los puerros antes mencionados) que a la carne. Para calmar el fuego, puede optar por una copa de vino limpio, natural o biodinámico -pero algunas botellas no se pliegan a este diktat- o un cóctel.
Y a la hora del postre, Cédric Saint-Marc siempre está a mano, con una crème brûlée de vainilla (9 €) cuidadosamente caramelizada o una tarta de queso y albahaca (10 €) aligerada con fruta de la pasión fresca.
Una nueva mesa tan traviesa como elegante.
Ubicación
Quimera
22 Rue du 4 septembre
75002 Paris 2
Tarifas
Entrées : €9 - €18
Desserts : €9 - €11
Plats : €18 - €25
Viandes grillées à la braise : €28 - €38
Sitio web oficial
chimere-4septembre.fr



























