Si oye el nombre de crêperie en París, la respuesta es rue du Montparnasse, en el distrito 14, donde los numerosos restaurantes de la calle lucen todos la misma decoración inspirada en las tradiciones bretonas, con madera, loza y barcas...
Así que olvídate de lo que conoces y descubre un joven concepto basado en las crepes. ¿Su nombre? Brutus. Instalado en el barrio parisino de Batignolles desde la primavera pasada, este restaurante pretende desempolvar las creperías tradicionales aportando un soplo de aire fresco y modernidad con un lema eficaz: "crêpophile et cidrologue".
Maxence, Charles y Vincent, tres jóvenes parisinos con orígenes en Bretaña y Normandía, tuvieron la idea de esta crepería luminosa y azul, con un toque marino.
Combinando recuerdos tradicionales de la infancia con creaciones sorprendentes, el menú, breve pero eficaz, ofrece 8 tortitas de trigo sarraceno y 10 crêpes, ¡cuatro de ellos muy bien rellenos!
En cuanto a las galettes, todas llevan el nombre de sus respectivas abuelas. Está la Lucienne ( salmón gravlax, crème fraîche con cebollino y hummus), la Yvonne (chiffonade de jamón blanco, huevo espejo y Beaufort) y la Jacqueline ( queso fresco de cabra, miel, nueces, tirabeques y pimientos encurtidos).
También le tentará una de las galettes insignia de la casa, la excelente galette Annette , elaborada con jamón trufado, champiñones a la sartén y queso Beaufort.
Este es el que hará vibrar mis papilas gustativas, mientras que mi compinche opta por el Jeanine , hecho con Andouillette de Vire a la sartén, Emmenthal, fruta de manzana, cebolla confitada a la sidra y mostaza a la antigua.
¿Lo mejor? La ligereza de la masa de las crêpes, gracias a una técnica muy especial del Chef, que también es bretón: golpea la masa con toda la mano para estirarla y darle más aire.
En cuanto a los crepes dulces, hay el inevitable y muy sabroso chocolate casero por un lado y caramelo casero de mantequilla salada por el otro.
A los más golosos les tentará el Martine ( compota casera de manzana, crema de castañas, queso fresco y virutas de speculoos) o el Eliane ( salsa casera de chocolate, carpaccio de pera, almendras tostadas y helado de vainilla).
Además de ofrecer suculentas galettes y crêpes, Brutus es también una sidrería, convirtiéndose en la primera bodega de sidra de París. Cuenta con una selección de 21 sidras de barril, cócteles a base de sidra y sidra de pera y sidras originales como la sidra de castaña, la sidra de jengibre y la sidra envejecida en barricas de calvados.
Los tres amigos han optado por resaltar todos los terruños (País Vasco, Normandía, Bretaña) para ofrecer sabores diferentes: acidez, afrutado, amargor...
Brutus propone también una opción Aperitivo con un vaso de sidra del día, como la sidra Cornouaille DOP, y una tabla de 4 o 6 tapas de trigo sarraceno (rollitos de salmón y yuzu, samossas de verduras con salsa de miel, rillettes de sardinas).
Gracias a sus deliciosas, creativas y sabrosas galettes y crêpes, Brutus no ha tardado en conquistar las papilas gustativas de los residentes locales, que ya no tienen que recorrer kilómetros para disfrutar de una experiencia de inmersión bretona ¡tal y como nos gusta!
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Esta prueba se realizó como parte de una invitación profesional. Si su experiencia es diferente a la nuestra, por favor, infórmenos.
Fechas y horario de apertura
Desde el 26 de noviembre de 2025
Ubicación
Brutus
99 Rue des Dames
75017 Paris 17
Más información
Abierto todos los días de 12.00 a 14.30 h. y de 19.00 a 23.00 h.























































