Martin Simolka despierta Rivages, el restaurante bistronómico del Scribe Paris Opéra

Rivages, el sublime, luminoso y acogedor restaurante del Sofitel Le Scribe Paris Opéra, recibe a dos nuevos talentos para deleitarnos: Martin Simolka y Roberto Catalano para una experiencia bistronómica y mixológica única. Estaremos allí día y noche para disfrutar de un buen rato a dúo, con amigos o con colegas.

El Sofitel Le Scribe Paris Opéra acoge a dos talentos de la bistronomía y la mixología: Martin Simolka, que despertó nuestras papilas gustativas en el hotel Molitor, y Roberto Catalano. Estos dos maestros de su arte están decididos a sorprendernos en este sublime local del barrio de la Ópera.

A modo de recordatorio, si aún no ha estado en este magnífico restaurante, debe saber que el Sofitel Le Scribe Paris Opéra, construido en 1861, ha necesitado dos años de obras para presentar su nueva cara en las plantas superiores y sus 201 habitaciones, pero también en la planta baja, dentro de su nuevo restaurante Rivages.

Así que no dude en acercarse al restaurante Rivages (abierto a todos, por supuesto), para descubrir su gran techo acristalado bañado por la luz del día en la sala principal, pero también su sorprendente árbol de follaje rosa, encerrado como la rosa de La Bella y la Bestia bajo una campana.

En el corazón del hotel, Rivages es un lugar de encuentro privilegiado de la Margen Derecha y del barrio de la Ópera, donde se han dado cita los grandes nombres de la literatura, la música, la danza y el cine. Reinventado conservando el espíritu de Club que siempre lo ha animado, el bar ocupa un lugar privilegiado y acoge a clientes y residentes a cualquier hora del día en un ambiente silencioso y elegante.

Cómodamente sentado en el mostrador de media luna o acurrucado en un sillón bajo el techo de cristal, podrá disfrutar, además de los grandes clásicos, de un sabroso menú diseñado por Roberto Catalano para un momento de evasión. Con o sin alcohol, déjese hechizar por los cócteles creativos del maestro. Para nosotros, ha imaginado un mocktail a base de zumo de tomate picante, una auténtica delicia. Al final del día y por la noche, un buen menú de tapas para compartir (en la foto, tartar de ternera Papadoum / caviar de mostaza) le espera para pasar un buen rato con los amigos.

Roberto Catalano, originario de Apulia (Italia), comenzó su carrera como barman en el Grand Hotel de Quisisana, en la isla de Capri. Tras exitosas experiencias en el Gong Bar del Shangri-La Hotel de Londres y el Blue Bar de Sydney, regresó a París para trabajar en el famoso Hotel Lutetia y luego en el Prince of Wales. Con 14 años de experiencia a sus espaldas, Roberto se une ahora a Le Scribe para desvelar sus brillantes creaciones de mixología.

En la mesa, descubrimos una cocina moderna y creativa firmada Martin Simolka. Sana y equilibrada, la carta se basa en productos naturales, a los que los cereales, aceites, especias y semillas añaden un increíble toque de originalidad. El menú de Rivages ilustra a la perfección el compromiso de Martin Simolka con una cocina moderna y creativa, en la que los productos de temporada ocupan un lugar destacado. El chef también aboga por un enfoque responsable y respetuoso con el medio ambiente, tratando de aprovechar al máximo cada ingrediente y evitar el desperdicio.

El menú cambia en función de los productos de temporada. En nuestra visita, descubrimos una selección de platos sabrosos y sorprendentes, que ponen de relieve la riqueza de los productos locales. Nos gustaron especialmente los espárragos blancos de las Landas, cocinados a la perfección y servidos con una vinagreta de foi ahumado, kumquats confitados y una mayonesa de puerros, que constituyen un entrante refinado y fresco. También nos encantó el ikejime de rabo amarillo (técnica japonesa que consiste en neutralizar rápidamente el sistema nervioso del animal al salir del agua y escurrirle la sangre ) con su carne más grasa, que combinó de maravilla con el refrescante zumo de Mojito melissa elaborado con lima, azúcar de caña y menta.

Los amantes del pescado se dejarán seducir por la trucha rosada de Baigorri, sublimada por una gremolata de hinojo marino y aguacate quemado, mientras que los amantes del marisco se deleitarán con las vieiras de Normandía recién picadas con salsa de bardo de vieira, acompañadas de brocolettis y arroz de Camarga. Cocinadas en su punto y despertadas por hermosas salsas, nos encantan.

Para los amantes de la carne, el filete de pintada de la región de Gatinais, servido con tahina y zanahorias, es muy apetecible. La molleja de ternera lacada, condimentada con pimienta de Malabar y nabo dorado, demuestra la inventiva del Chef Martin Simolka.

Los postres no se quedan atrás con una tarta de chocolate Sobacha divina y muy sabrosa. El mango y estragón, de nombre sencillo, es en realidad un postre sublime con múltiples sabores crudos y cocinados que ofrecen un toque exótico y refrescante para terminar esta comida por todo lo alto.

Debe saber que la carta del restaurante ha sido revisada a la baja para hacerla un poco más accesible. En cualquier caso, saludamos el bonito trabajo, lleno de sabor y frescura, desde las copas hasta el plato.

El abuso de alcohol es peligroso para la salud, consúmalo con moderación.

Esta prueba se realizó como invitación profesional. Si su experiencia difiere de la nuestra, por favor, dígalo en los comentarios.